27 de octubre de 2011

EL SINDROME DE LOS HIJOS DEL MEDIO

Mientras que el primero es catalogado como el responsable y el menor es el mimado y consentido, ¿qué pasa con los hijos del medio? Claves para no hacer diferencias con los del medio y evitar problemas a futuro
Es frecuente escuchar que los hijos del medio son sujetos conflictivos, solitarios y que quieren parecerse a uno u otro de sus hermanos para tener el amor de sus padres, de todos modos, es muy importante no generalizar y buscar el caso por caso y la propia subjetividad de cada individuo.
Si bien es cierto que algunos casos muestran que estos niños son los “rebeldes” dentro del seno familiar, puede decirse que ese es el modo o la actitud que ellos tienen para llamar la atención de sus padres, sería como un llamado de alerta, un pedido de atención. Por otra parte, además, existen hijos del medio con características disímiles y que por el contrario, desarrollan una personalidad tímida, retraída y presentan cierta dificultad para hacerse un lugar frente a hermanos que atraen mucha atención.
Generalmente, estos pequeños “rebeldes” suelen buscar amigos y relaciones lejos del grupo familiar, donde puedan diferenciarse del resto. En estos casos, es recomendable que los padres presten especial cuidado a reforzar la autoestima de su hijo haciéndoles notar su importancia dentro del grupo familiar, enfatizando la igualdad de sentimientos entre sus hermanos y demostrando que el amor de los padres es a todos por igual.
Síndrome o tendencia
Es preferible hablar de tendencia en vez de síndrome, ya que existen determinados rasgos o signos que tienden a reiterarse de manera continua, según el orden cronológico en que nacen los pequeños. Este fenómeno que se presenta en el seno familiar, no se presenta como un don natural, sino más bien por los distintos roles que se asumen y las distintas funciones que fungen los miembros, en especial afectando la parte psicológica de cada niño.
Es importante pensar en la singularidad de cada hijo, buscando los aspectos positivos de ellos, orientándolos y fortaleciendo sus aspectos emocionales. El hijo del medio debe incursionar en nuevos terrenos, que tal vez en diferentes a los de sus hermanos y defieran de las expectativas de sus padres.
Reconocimiento y cariño familiar
Tal como enuncia Unicef, “todos” los niños necesitan sentirse queridos, aceptados, cuidados, y respetados por los adultos mayores y su entorno, por ello, es necesario que los padres presten especial atención a poder demostrar el cariño y respeto hacia sus hijos. De este modo, los adultos transmiten a sus hijos sentimientos de seguridad, convicción y confianza en sí mismos, ayudando así a formar una imagen positiva de sí mismos, indispensables para crecer sanos y felices.
Es muy importante que los padres puedan transmitir a sus hijos desde la muy temprana infancia aliento, libertad de expresión, de modo que el niño crezca en un ámbito donde se sienta autorizado para compartir y hablar acerca de todas sus emociones e inquietudes: amor, miedo, rabia, alegría. La infancia es una etapa de la vida que deja huellas muy instaladas en todos los niños, por ello, no es correcto hablar de una atención especial para los hijos del medio, sino tener presente que todos los niños necesitan sentirse cuidados, queridos, respetados en sus necesidades y estimulados en sus posibilidades.
Formación del carácter
Se dice que los hijos del medio experimentan la sensación de tener que estar de manera continua acomodándose a las circunstancias. Por ello, lo fundamental es respetar las diferencias de cada uno, cada familia es diferente, así como cada ser humano lo es, por lo que se tiene que aceptar, respetar y fortalecer esas diferencias, generando espacios de contención, cuidado y amor para el niño, lo que influenciará directamente en su carácter y personalidad. Los factores como la dinámica familiar, la relación entre cada hijo con cada padre, de la relación entre los hermanos, y otros factores externos tienen directa influencia para el carácter de la persona.
Aquellas identificaciones, situaciones, conflictos, emociones que se presentan dentro de su ámbito familiar harán que su carácter sea de un modo distinto, tal como sucede en todos los casos.
Según el modo en que ese hijo del medio es educado, cuidado y atendido dentro de su hogar, esto influenciará directamente sobre su vida y su relación con el entorno, su manera de vincularse con los otros y su modo de proceder en general. De acuerdo a las emociones –positivas o negativas- que experimente por este contexto, él podrá extrapolarlas al mundo exterior.
Diferencias entre hijos
Es normal que los padres con dos o más hijos se pregunten la forma de mantener el equilibrio para que ninguno de sus hijos sienta diferencia. Ser padres justos y equitativos es una tarea que lleva mucho trabajo y esfuerzo.
Hay que tener en cuenta que cada padre se relaciona con cada hijo de manera diferente, en la relación entre padres e hijos se entrecruzan una serie de proyecciones donde el padre proyecta en el hijo frustraciones, deseos, expectativas, temores propios.
Desde el vínculo temprano mamá-bebe, éste va a estar muchas veces determinado por como esta mamá perciba, sienta a este bebé, y desde ese lugar se va a relacionar. Por ejemplo: una mamá considera que su bebé es muy llorón, y desde esta etiqueta se va a relacionar con él. Ahora este bebé va a reaccionar de tal o cual manera, o adaptándose a esta etiqueta o tratando de revelarse contra ella.
Algunos consejos para criar hijos del medio felices
1. Dedicarle un tiempo especial en el día exclusivamente a cada uno de los hijos. Por ejemplo: a la hora de ir a la cama, o de dar un paseo, que sienta que hay momentos donde recibe los mimos de papá o de mamá en exclusividad.
2. Festejar sus logros. En vez de decirle todo lo que hace mal, decirle lo que hace bien, le gustará sentirse reconocido y le dará ánimo para hacer las cosas mejor, en lugar de hacerlas mal para llamar la atención.
3. Es muy importante el ámbito escolar y la posibilidad de tener estimulación, probablemente el niño mediano obtendrá buenos resultados académicos motivado por los logros de su hermano mayor.
4. Las charlas con los niños y las actividades familiares (especialmente de juegos) son muy importantes para la fidelización del entorno familiar y la integración de la nueva estructura que “sufren” estos niños.
5. Cuidar, acompañar, integrar, querer y proteger a los hijos sin hacer diferencias entre ellos, es una ardua tarea que los padres deben intentar realizar para el buen desarrollo emocional de sus hijos.
Por: licenciada Rosina Duarte, coordinadora del Primer Programa Argentino de Formación en Primera Infancia y Crianza www.primerainfanciaycrianza.blogspot.com